Aun en crisis, todo ha sido creado dos veces

Más que nunca, en crisis debemos escuchar mensajes inspiradores

Sin Martin Luther King y su sueño inspirador, contagioso y visionario, posiblemente Barack Obama no sería hoy el primer presidente negro del país más poderoso del mundo. Sin sueños e ilusiones, ideas y creatividad, sería imposible superar adversidad, obstáculos e inercia, pues las realizaciones siempre siguen a los sueños.

Todo ha sido creado dos veces: primero en la imaginación y después en su realización. Con creatividad e imaginación fabricamos una visión que luego se concreta en la virtud del logro, pues éste motiva a lo grande, emociona en lo profundo y enciende más innovación, mejor creatividad y mayores desafíos.

Ideas atrevidas. ¿Cómo superar la crisis actual? Con creativas y atrevidas ideas que sean por sí mismas nuestros máximos sueños posibles. Es decir, con ideas más grandes que uno mismo y retos que inspiren a dar todo de nosotros, primero en lo personal y luego en lo colectivo. Con el poder del pensamiento tenaz y positivo, es posible avanzar y superar las condiciones del momento, pues nada hay más grande que una idea cuando se realiza en su momento y logra transformar el mundo. Tal vez el de nuestra familia, institución o compañía, y tal vez hasta el mundo entero, el de su comunidad, el de un país o región.

Levantarse a trabajar, estudiar o cumplir con las tareas, es una acción en exceso funcional, operativa y difícilmente inspiradora sin una misión superior. A su vez, lanzarnos de la cama en las mañanas para hacer una contribución al mundo y aprovechar las posibilidades de cada día, es salir a la aventura de fe cotidiana con la misión en mente de convertirla en un logro que agregue, trascienda y sublime.

Con recursos o sin ellos, en crisis o en bonanza, de niños pudimos convertirnos en superhéroes, rescatamos princesas y ganamos mil batallas, conquistamos al príncipe azul, creamos el hogar de los sueños o logramos coronas en nuestras cabezas, pues con creatividad e imaginación absolutamente nada es imposible. De niños no veíamos las limitaciones, no habíamos aprendido a hacer matrices de ventajas y desventajas, no buscábamos las respuestas en una celda de Excel ni hacíamos análisis “foda”, desconocíamos la racional administración de proyectos y no hacíamos listas de prioridades. Tal vez por ello, soñábamos sin restricciones y alcanzábamos lo impensable, por lo que es muy importante rescatar al niño o la niña en cada quien, y así potencializar nuestra innata e inagotable capacidad para soñar en todo lo posible. Si deseamos ser creativos, hay que vivir creativos.

En tiempos de crisis, por tanto, es más importante que nunca retirar nuestras miradas de los obstáculos y enfocarnos proactivamente en las posibilidades. En tiempo de crisis es aún más importante proponer y atreverse, alimentar la visión de futuro y el alcance de nuestras emociones, que hacer reactivamente un inventario de razones para justificar todas nuestras limitaciones.

En el liderazgo de las empresas públicas o privadas radica la mayor responsabilidad por inspirar y preparar el ambiente propicio para confirmar, consolidar y engrandecer el propósito superior de todo lo que hacemos. De hecho, es preferible alimentar la vida que hacer tortillas, llenar el mundo de lovemarks que hacer anuncios, distribuir prosperidad que repartir cajas o llenar la vida de colores que vender pintura. En la cabeza de las empresas reside el mayor desafío, y por esto, hoy es más importante que nunca despertar la creatividad y detonar todas las posibilidades, pues ya es tiempo de rescatar la inagotable fuente de recursos en nosotros mismos, más allá de los recortes, el temor o la incertidumbre que nos ha inundado en éstos tiempos de recesión económica.

 

De la emoción a la acción. Si los días son más pesados de lo normal, You Tube está al alcance del teclado para escuchar de nuevo a Martin Luther King y reafirmar el poder de los sueños. Cuando se complica la agenda, es ideal abrir la Biblia y recibir la mayor guía e inspiración que existe, o bien, en otra dimensión, le recomiendo ir al Google y buscar con las palabras –Tony Robbins Ted – y escuchar su emocionante charla. O bien, simplemente inspirarse con Labuat en www.soytuaire.labuat.com para recordar lo relevante de las emociones acentuadas por la música, la pintura digital en éste caso y la interacción que divierte, engancha y emociona. Mientras tanto, no olvidemos que, así como el miedo paraliza y las razones nos conducen a conclusiones, son las emociones las que nos llevan directo a las acciones.

Más que nunca, en crisis debemos escuchar mensajes inspiradores, asistir a eventos inspiradores, encendernos por ideas inspiradoras, aceptar los desafíos más inspiradores, crear las misiones y visiones más inspiradoras, luchar por los logros más inspiradores y enfocarnos con pasión en guiar nuestras acciones por nuestros sueños más inspiradores.

Así, le invito a decirlo también: yo tengo un sueño y lo comparto. Yo tengo un sueño y no temo a los que suelen descalificar al soñador. Yo tengo un sueño y lo contagio. Yo tengo un sueño y lo nutro con los sueños de los demás. Yo tengo un sueño y avanzo contra viento y costumbre. Yo tengo un sueño y lo realizo. Yo tengo un sueño y nada es imposible. Yo tengo uno y mil sueños más.


Miércoles 20 de mayo 2009
La Nación

Olman Martínez

Director de la Universidad de las Ventas.