Muchacha tontita

Viernes 8 de agosto de 2008

Rosibel Morera
Escritora

Lo conociste hace un mes, en uno de los bares que visitas. No es muy guapo. Un poco gordo y demasiado violento y vulgar para tu gusto. La voz tampoco lo ayuda. Pero carga buena droga, y el pick up que maneja es un chuzo. Con él, el vacilón es siempre hasta tarde.

Sale a trabajar temprano, luego de sonarse la nariz como un salvaje. Se queda horas bajo la regadera porque todo eso del cambio climático lo pela. Antes de salir se pega el primer jalón del día. Tu mejor amiga te dice que no seas maje, que le saqués una casa, un carro, algo, pero este chavalo no da para tanto. Con que te mantenga la nota diaria es suficiente.

Ya en tu casa te miras al espejo, jalas de lo que te dio para llevar, te chupas el dedo una vez más, y te metes a la cama con los audífonos puestos. Sonriendo, piensas en que ojalá mañana no te falte, y ruegas porque el cuerpo se te mantenga sexy durante mucho tiempo. Tanto como para pagar por la sed de droga que ya no te suelta. Anoche tuviste pesadillas. Estabas en un búnker, peseteando, con las piernas abiertas, a los más miserables por una piedra.

Lo que no piensas, tontita, es que este chavalo que tan generoso se te muestra será tu amigo hasta que le aburran tus chistes, tu buena nota y tus trucos en la cama. Para cuando el vacilón con él y con otros como él termine, se te habrá hecho imposible vivir sin un trago, un pucho o una línea sobre la mesa, y todo lo bueno que alguna vez imaginaste para ti se habrá esfumado como un sueño. ¿Nadie te advirtió que no cruzaras ese puente? ¿No te enseñaron “di no a las drogas”? ¿Creíste que era majadería de tus padres y maestros? Estodo lo que hemos visto lo que nos hace hablar, como loros, a los viejos, no ganas de mortificarte. La droga, como el sexo sin condón, es un suicidio, porque nunca dejará de pedir, ¿comprendes? Nunca. Y tú harás lo que sea por conseguirla. ¿No te parece tonto regalarle tu vida a algo que paga tan mal? ¿Tener un único pensamiento todo el día en el cerebro? “En lo único que pienso, lo único que me interesa es el próximo jalón”, me confesó un alumno. Ni hijos, ni amor, ni profesión, ni carrera. Ya nada es importante, ¿no es cierto? Como dijera un maestro, “el demonio no es tonto; la droga es una estrategia brillante”. Por favor, apúrate. Tu vida aún te espera detrás de la puerta. ¿Cuánto más te esperará allí?

Olman Martínez

Director de la Universidad de las Ventas.